Usados

Dizque soy un trapo, hablaba con un amigo de la nada, porque yo no hablo, y como vi que se aburría le conté mi “gran” crisis existencial - soy un trapo le dije- un trapo que todos usan y no lavan. -jaja... claro limpian el piso con tu pelo no? Jaja. No entendió. En realidad estuve analizando ese punto en los días posteriores y fabriqué lo que llamo “la filosofía del trapo limpio” que paso a explicar no sin antes agradecer a mi hermano mayor por el auspicio. A mi hermano, porque gracias a él entendí que ser un trapo implica la responsabilidad de estar siempre limpio. Estas últimas semanas me critica hasta por el friz sin control de mi cabello (diganme!! yo que culpa tengo!!!) … pero dentro de mi callada paciencia que también tiene que ver con mi filosofía… entendí que por mucho que me esfuerce por querer ser buena debo corregir miles de cosas..estúpidas cosas..pero cosas al fin…. A lo que iba, seré un trapo, aja, y tienen permiso para limpiar sus zapatos en mi, de usarme asquerosamente para limpiar una mesa donde recién se ha comido o para sacar, conmigo, el polvo de la ventana desde donde ven todo Lima o simplemente al vecino(a). En realidad no necesito ofrecerlo… he descubierto que hasta cierto punto somos usados por todos… hasta por ese otro “yo” que aflora en momentos de emociones extremas... un “yo” que es muy normal, al contrario de lo que podría decirte la psicóloga … salvo q tu otro yo sea un vengador de película del 5 y a la primera locura sediento de venganza y con los ojos en blanco (como poseído por tu otro “yo”) mates al primer tipo que te roce el brazo… sino te ha pasado eso.. no os preocupéis ¡eres común! No normal(aún no estoy segura de eso). De cualquier forma, nos usan, pero aunque digan que estoy loca soy feliz así. – Me siento descartable -le dije al mismo amigo. No importa lo que el dijo porque es verdad lo que yo dije. Etapas de Una… la verdad es que estoy algo loca… y mi depresión siempre es graciosa conmigo misma.. me invento bromas para mi misma y cosas así… la verdad es que he descubierto una nueva forma de ver la vida y no tiene nada q ver con el trapo que yo soy o el trapo de la cocina… pero eso es otro cuento.
Por lo pronto solo les pido que laven sus trapos, quizás vean mi cara por ahí.