martes, 9 de noviembre de 2010

Nada


Y la vida otra vez me saca la vuelta. Es que cuando creo que lo he superado todo aparece la sombra de mi sombra y me susurra mil delirios. Yo me los creo obedientemente. ¿Qué me ocurre ahora de entre la luz? ¡Se supone que estás bien! ¿Por qué gritas? Se supone que por fin encontraste la base perfecta sobre la cual no te balanceas.

….


Me caigo mil veces dentro de mi cabeza y parece que no me levantó porque aun siento estupor. ¿Alguien descifrará este enredo? Mientras encuentro la solución oculta, me oculto en mi misma, encierro con llave y no puedo salir. ¿Quién vendrá a rescatarme? Quizá la esfinge un día se aburra de cuidarme y salga por ahí. Quizá ese día escape. Escapar ¿A dónde? Si la salida es el inicio y el inicio el final de la historia. No hay rumbo, no hay destino, hay Nada. Importa poco si corro, si me persigues, si me atrapas y si me quieres. Importa poco que estés aquí.

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